No mires tus logros ni tus trofeos
Me gustaría empezar hablando sobre la teoría de Abraham Maslow (1943, Una teoría sobre la motivación humana), en la cual describe que para poder llegar a la cima de la pirámide de las necesidades debemos empezar a escalar los primeros escalones de la pirámide que son las necesidades más básicas de la vida: necesidades biológicas sobrevivir, comer, tener un lugar donde vivir, necesidad de seguridad, afiliación, reconocimiento para poco a poco llegar hasta la cima, hasta la Autorrealización. Este último peldaño hace referencia al más perfecto logro de nuestras carreras: escribir un libro, una obra de arte, una promoción laboral, un trofeo, entre otros; el desarrollo de nuestro total potencial.
Si lo traemos a una situación personal, es aquello que añoramos lograr, que nos motiva cada día, el punto llegada digamos; y aquí está un poco la cuestión, ¿qué pasa cuando se logra llegar?.
Puede pasar que luego de ese gran logro sientas una gran depresión de qué viene luego y sentir un vacío enorme, puede que sientas que ningún proyecto está a tu nivel y rechaces oportunidades grandiosas, puede también que sientas que no vas a lograr nada igual, o también sentir que ahora tenés que ir por algo mayor.
Lo que nadie te dice es que es una carrera totalmente solitaria, así como llegaste a esa cima o aquella posición está nadie más que tu persona esperando más o menos de vos mismx. Por lo que todo dependerá de cómo te trates a partir de ahora y de tu autonarrativa.
Lo cierto es que hay etapas en la vida: etapas para iniciarte, para triunfar y para elegir descansar y contemplar; y etapas para volver a emocionarse con algo nuevamente.
No vayas detrás de cada logro a otra meta, pero tampoco te quedes admirando lo que lograste llenándote de ansiedad.
Una vez que sientas que llegaste a la autorrealización hay que hacer un análisis de qué querés ahora para tu vida, recordá que cuando empezaste el recorrido anterior tenías una cierta energía, una determinada sed de conocimiento sobre determinada materia, más o menos dinero, más o menos recursos, reconocer que ahora sos otra persona y ese momento de replanteo es muy necesario.
Que tengamos menos energía para aventuras no puede significar nada malo, al contrario significa que la energía está en otro lado, hay que buscar dónde está acumulándose y nos está causando ansiedades innecesarias. ¿Pueden nuestras nuevas metas o nuevos deseos haber cambiado tanto que no los reconocemos?
Si sentís que es así, podés empezar por descartar todo lo que en este momento NO estás queriendo en tu vida. Algunos pedazos de tus antiguos sueños están ahí perdidos seguro, lo importante es dejarlos ir y abrazar lo nuevo.
Aquí mi contraconsejo: Luego de lograr algo y sentir autorrealización, descansa del camino recorrido, analizate y reconocé tus nuevos deseos. No mires tus logros por mucho tiempo porque te generará ansiedad, tristeza, si lo haces que sea con orgullo reconociendo que hoy quizás quieras cosas diferentes. ¿Todavía sos de esas personas que siente que no llegó a la autorrealización? ¡No te perdés de nada!, a seguir adelante que llegar no es todo, recordando siempre lo que dice es escritor Andy Rooney: “Todos quieren vivir en la cima de la montaña, pero la felicidad y el crecimiento suceden mientras se sube”.
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